jueves, 31 de octubre de 2013

¿Cómo saber cuál es tu voz auténtica? 




Es aquella que sale del corazón, que para expresarse no necesita explicación, actuación, justificación, recompensa, valoración o permiso. ¿Acaso lo necesitan las aves cuando cantan? 

Cada ser humano tiene una canción, es parte del coro de la sinfonía de la humanidad, pero que a veces callamos por miedo a desafinar, al pensar equivocadamente que no somos suficientes, pero la gran sinfonía no está completa sin tu canción; el mundo necesita de tu voz .

Sharon M Koenig

Cómo vivir en vez de sufrir


 Tres Pasos para vencer el sufrimiento






1-Conócete a ti mismo
La tristeza es normal, pero el sufrimiento es opcional. Sufrir es resistir lo que es. Las lecciones fuertes que se nos presentan en la vida no son necesariamente mala suerte, son parte de la realidad de vivir en la tierra. Las pérdidas en este plano son inevitables y es natural que en su momento y temporalmente , experimentemos tristeza, pero el sufrimiento eterno por una situación (que es resistirse a lo que es) se puede prevenir, al estar preparados y saber soltar.
La aceptación (no la resignación) es la llave de la paz.  Estar aquí y ahora. Querer regresar al pasado, resistir el presente y añorar un futuro imaginario, es la clave del sufrimiento. Dejar ir.
Es conocerte al vivir desde la perspectiva de que eres alma viviendo en un cuerpo temporero. Todo en este mundo es impermanente. Por lo tanto nuestra fuente de felicidad no puede venir de nada exterior, de otra manera se convierte en apego y el apego es la mayor causa de sufrimiento.
2- Perdona

Perdonar no es justificar la acción, es tener la intención de dejar ir el dolor del recuerdo .

“No siempre podemos cambiar las cosas, pero siempre podemos cambiar nosotros, cuando logramos que “esas cosas” dejen de tener poder sobre nosotros.”

¿Cómo? Retoma tu espiritualidad
Invoca una Fuerza mayor y entrega tus pesares a esa Fuente de Luz, del nombre que la llames, Dios, Jesús, El Creador. Acepta que sólo no puedes con las cargas. Cambia la auto-ayuda por aceptar que en esta tierra, todos necesitamos la guía y ayuda de un Poder Mayor para encontrar nuestro camino verdadero. Soltar y entregar no es lo mismo, te sugiero entregar. Lo haces dando un permiso a Tu poder mayor:  Dios te permito, te entrego.
3- Suelta o mejor dicho “Entrega”
Dejar ir los imposibles, cambiar deseos por sueños verdaderos y metas fijas por preferenciaEl sueño viene de un corazón lleno para darlo, el deseo viene de un corazón vacío para llenarlo. No sueltes el sueño, pero entrega los resultados. La diferencia entre soltar y entregar, es que cuando entregas confías y dejas de intervenir en el orden de las cosas. Luego déjate llevar por el compás : con-paz, que es elegir desde la paz y no desde la necesidad.

Enfócate en el ahora, en encontrar tu propósito y encontrar la dicha por medio de tu ayuda a otros. Un corazón ocupado en su verdadero propósito no tiene tiempo para sufrir. No existe dicha mayor que dar de tus dones a los demás.

De la Entrevista en CNN con Mercedes Soler , NotiMujer hoy
POR SHARON M KOENIG
LECCIONES DEL LIBRO LOS CICLOS DEL ALMA
El Secreto para Soltar 

La vida se nos va primero en buscar y retener, para luego inevitablemente aprender a soltar. Pero en vez de soltar cuando es el tiempo, elegimos pasar diferentes lecciones impuestas por nosotros mismos, para al final llegar a ver claramente lo que no veíamos desde el principio; se llama aprendizaje, crisis, sufrimiento, Karma, más otros le llaman
“ mala suerte”.





Pero existe una manera más fácil para soltar, aceptar y poder ver lo que realmente nos conviene; se trata de unas palabras sencillas : ”Dios, Te permito..”

Recuerda que la oración más poderosa no es cuando dices a Dios lo que necesitas o debe hacer por ti, eso ya lo sabe; sino cuando lo invitas y le entregas tus riendas para que sea Él Quién las lleve hacia tu mayor bien.

Luego de soltar, vas a trabajar (sí, es trabajo diario, a veces cada segundo) en permitir Su intervención.

Una buena señal para saber si haz soltado realmente : paz. Una buena señal para saber si robaste una vez más las riendas a Dios: ansiedad.

Remedio para soltar

Decirle : " Perdóname mi Dios por interrumpir mi bien; una vez más: Te entrego mis riendas..."


Sharon M Koenig